La palabra que podría definir hoy la experiencia de la mayoría de los jóvenes al tratar de adquirir una vivienda propia es «desafío». A pesar de las dificultades, muchos ven la compra de una casa como un objetivo a cumplir cuando tengan los ahorros necesarios. Este es el caso de Alberto Corredera, un pirotécnico de 24 años, que, aunque estudió para ser auxiliar de enfermería, siempre ha disfrutado de su trabajo actual.
A pesar de trabajar como pirotécnico, ha calculado que su próximo objetivo es comprar una vivienda, mientras simultáneamente busca finalizar el pago de su automóvil. Alberto afirma que quiere dar la entrada para un piso en 2024, ya que considera que los precios actuales son elevados y no hay opciones económicas. Ahorra alrededor de 300 euros mensuales y planea destinar ese dinero a la compra de su futura propiedad, ya que opina que alquilar sin opción de compra es una pérdida de dinero.
Miguel Pardo, por otro lado, estudió Economía y trabajaba como administrativo en una empresa de construcción. Aunque inicialmente pensaba en ahorrar para comprar una casa, se dio cuenta de que no podría independizarse con su pareja cobrando solo 1.400 euros al mes.
Decidió invertir el dinero ahorrado y un préstamo de sus padres en formarse nuevamente, optando por un curso de maquinista de trenes. Con la mejora salarial y de horarios que espera obtener, planea devolver el dinero prestado en un año y, junto con el trabajo de su pareja, dar la entrada para un piso en un par de años.
